Cuando una mujer se queda embarazada, el organismo tiene que adaptarse a la nueva situación, experimentando grandes cambios a todos los niveles. En el primer trimestre sobretodo se dan cambios a nivel hormonal y emocional.
Mas adelante, cuando el bebé va ocupando mas espacio, toda la esfera visceral y la columna vertebral sufre grandes cambios.
Todos estos cambios, pueden provocar síntomas diversos como pueden ser:

  • Náuseas y vómitos,
  • Migrañas o cefaleas,
  • Cansancio,
  • Disminución de la capacidad respiratoria,
  • Retención de líquidos,
  • Problemas circulatorios,
  • Anemia,
  • Estreñimiento,
  • Lumbalgia,
  • Ciática,
  • Contracciones uterinas prematuras y exageradas,
  • Vientre muy bajo,
  • Etc.

La Osteopatía puede ser de gran ayuda para acompañar este periodo maravilloso. Las pacientes embarazadas suelen notar mucho el tratamiento osteopático, y además de para la mamá es de gran interés para el bebé, ya que ayudamos a liberar y expandir la cavidad uterina que lo alberga.